Ayer, Rafael Nadal consiguió colocar su nombre en los anales de la historia, quizá ya lo había hecho desde hace tiempo pues en su palmarés ya ostentaba todos los títulos que cualquier tenista quisiera tener en sus vitrinas: la medalla de oro que recién había conseguido en los Juegos Olímpicos de Beijing representaba el colofón en esa búsqueda incansable por poseer todo, absolutamente todo.
Australian Open, Roland Garros, Wimbledon, US Open, toda la serie de Open 1000, la copa Masters, Copa Davis y mas de 40 titulos en el Tour de la ATP, hacen de este joven, que cumplió apenas el viernes pasado veinticinco años, uno de los más grandes de la historia del deporte blanco, el más grande en la historia del mismo para su país, siendo el embajador del tenis sobrepasando lo que hicieron sus colegas Manolo Santana y Orantes.
Rafael Nadal es el tenista más grande que existe sobre el polvo de ladrillo, tiene record de 45 y 1 en la pista de la Phillipe Chatrier de Roland Garros, la pista central del torneo parisino pareciera el patio de su casa, pues solo ha perdido ese partido en 2009 cuando Robin Soderling se encargó de despacharlo sorpresivamente, pero ese ha sido el único parpadeo que el manacorí ha tenido en las últimas siete ediciones del Abierto de Francia.
Esta mañana Rafael Nadal aún se mantiene en la cima del tenis mundial, y quizá haya corrido con suerte luego de que su eterno rival en la pista, pero entrañable amigo, Roger Federer cortara la racha de 41 ganados del serbio Novak Djokovic e impidiera que éste alcanzara la final en París, lo que representaba que “Nole” como le dicen al serbio, se convirtiera en el nuevo numero uno del mundo. No ha sido así, Roger se encargo de “hacerle el favor” a Rafa, y el español no desaprovechó la oportunidad puesto que el no defender la corona en Francia, también representaba perder la primera posición del ranking mundial.
Hoy Rafael Nadal, ha demostrado que recuperó la confianza en sus golpes, fue recuperando profundidad en los tiros y dio muestra de tener un gran carácter en momentos importantes, de tener temple, ese temple que solo tienen los grandes, a pesar de de haber arrancado el torneo entre nubarrones, y verse lleno de dudas. Cabe mencionar que durante la semana mencionó que estaba próximo a cumplir veinticinco años pero que sentía tener cien jugando al tenis, tal vez dejando ver su desesperación, pues vive en un mundo demasiado encorsetado para él, pero con el paso de los días se fueron disipando las dudas, y lo cierto es que Nadal ha tenido ayer su graduación pues escribe una historia de leyenda, poniendo su nombre a lado del sueco Bjorn Borg quien ha catalogado al español como un “monstruo” mostrando admiración por Rafa pues iguala su marca de seis títulos en el torneo mas importante de arcilla en el planeta.
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